Medio ambiente | Bastia: Las últimas palmeras de la plaza Saint-Nicolas han declarado la guerra al picudo rojo

Algunos anunciaron una batalla desesperada contra ellos. gorgojo rojo y cuando contemplaron el paisaje de Bastia no se equivocaron. Mientras todavía estaba Bastia200 palmerastodas las especies juntas, en tres años cincuenta Son muerto. Y desde la primavera, ese número se ha acelerado. “Es incluso impresionante la velocidad con la que se consiguieron los últimos” rinde homenaje a Jérômine Vivarelli, teniente de alcalde y delegado de desarrollo urbano, que recuerda el majestuoso Phoenix canariensis en la plaza Saint-Nicolas. “En 2020 fueron 8, de este lado los perdimos todos. Misma observación en el pasillo 173: no queda ninguno de los 9”.

Buscando una especie de reemplazo

Las especies plantadas en Spassimare parecen ser más resistentes. De las 47 palmeras, unas treinta todavía conservan sus hojas de palma. “Pero todo el mundo está bajo ataque” señala el electo, que no puede más que lamentar que a pesar de los tratamientos biológicos realizados desde 2015, no se haya encontrado una solución eficaz.

Las recientes restricciones fitosanitarias han limitado esto. “Armas” Productos químicos para detener la propagación. Y está claro que el uso de productos orgánicos que contienen nematodos ha, en el mejor de los casos, alargado la vida de la especie. “Una vez que la palmera es atacada por el picudo rojo, tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, existen tratamientos que tienen un efecto preventivo”.destaca Hoen Géraldine, jefe de servicios fitosanitarios de Fredon*.

Ahora hay que encontrar un sustituto para este Fénix. En primavera, el municipio de Bastia anunció un estudio. El pistoletazo de salida debería darse a finales de año para que el paisajismo pueda llevarse a cabo en un plazo de seis meses. Consistirá en definir qué especies vegetales podrían adaptarse al cambio climático y ser resistentes a las plagas de insectos. De entrada, no se sustentaría la hipótesis del plátano ni la de la palma mexicana, llamada Washingtonia robusta, que ya se encuentra en Arinella o en el puerto comercial.

Al mismo tiempo, se acaba de iniciar un inventario del parque arbolado de la ciudad con el fin de establecer un diagnóstico que permita, en particular, determinar el peligro de determinadas palmeras muertas. Según algunos informes, la extracción del muñón puede tardar algún tiempo, entre 6 y 12 meses. ¿Explicaciones? En primer lugar, la logística, pero también el gasto económico, ya que tratar una tonelada de residuos verdes cuesta 250 euros.

*Organización reconocida a nivel nacional para la sanidad vegetal y el medio ambiente.

Mario Escajeda

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