Se reúnen 300 candidatos en un conjunto y algunos se seleccionan al azar para participar en las pruebas.
Solo estos están directamente inspirados en la vida de los participantes. Por ejemplo, se le pregunta sobre este tema a un vendedor que conduce varios cientos de kilómetros todos los días y que conoce absolutamente las normas de tránsito.
Pero la verdadera originalidad de “Votre vie en jeux” no reside en la forma en que se formulan las preguntas, sino en sus consecuencias.
De hecho, en caso de respuesta incorrecta, el concursante no sufre ninguna garantía ni penalización, ya que los moderadores corren con todo el riesgo.
Por ejemplo, se puede someter a un jugador a un cuestionario de opción múltiple mientras Bruno Guillon se para debajo de un cubo correspondiente a la respuesta elegida. Si la respuesta es incorrecta, al animador le cae una lluvia de baba, esa baba viscosa.
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