¡POR FIN algo de innovación en Time Travel SF!

Nos gustaría

– Capítulo introductorio de Gwen
– Las épocas exóticas

¡André David es un recién llegado a las Ediciones Críticas y pega fuerte! Los náufragos del Instituto Fermi revisita los viajes en el tiempo y nos ofrece una sabrosa búsqueda a través de diferentes épocas, pero André David trae algo extra que marca la diferencia con otros autores de ciencia ficción: ¡la genética!

Dos campamentos chocan, los botes y los viajeros. Los vagabundos pueden viajar en el tiempo gracias a la herencia genética que comparten con sus antepasados, al tomar posesión del cuerpo de estos últimos, un bote influye en el futuro. Mientras que los viajeros usan tecnología más tradicional porque son del “futuro” (más allá de la era de los botes inflables de hoy). Estos dos bandos chocan porque los viajeros pertenecen a un mundo post-apocalíptico gobernado por ciudades araña pobladas por clones, en una tierra fría y desolada… Situación extraña, porque el objetivo de los Drifters es, sin embargo, frustrar la paradoja de Fermi (verdadero caso científico): las civilizaciones que quieren liberarse de su planeta de origen se destruyen antes de que puedan encontrarse, de lo contrario ya las tendríamos reunidas. … Los Drifters, por lo tanto, se consideran salvadores, incluso cuando sus descendientes intentan evitar que lleven a cabo su misión de sobrevivir a la humanidad.. ¡Una historia compleja como nos gusta!

En esta historia, cada página está encarnada por un personaje al que estamos apegados y que nos define Descubra el detrás de escena de su organización : gwenel clon viajero y amargado, y Luis, el vagabundo depresivo. Dos personajes ingeniosamente construidos para mantener su ambivalencia. Cada uno es conmovedor a su manera: Gwen ha logrado escapar de la sociedad de los clones, pero se topa con una Organización de Viajeros plagada de conflictos, que hace lo que puede para llegar a fin de mes mientras Louis busca desesperadamente su destino en sus viajes. Aparte de eso, Nos gusta ver a través de sus ojos las sociedades en las que viven. La historia se toma el tiempo para desarrollar a sus personajes en momentos de relajación después de cada misión, lo que le permite al autor progresar y, sobre todo y sobre todo, dudar de las acciones que ha realizado.

y Que placer viajar entre eras, que da que pensar a tu sitio de fans de fantasía: desde los samuráis hasta la campaña napoleónica en México, los viajes son exóticos y están hábilmente descritos. Cada enfrentamiento es una oportunidad para que los viajeros descubran cómo era la humanidad antes de los clones, y su fascinación por un aspecto muy interesante de la historia, como una “nostalgia por una época pasada”. Gwen es un muy buen personaje. (su capítulo introductorio es una explosión de estrés extremadamente bien escrita) porque nos seguimos preguntando si alguna vez cambiará de bando… (Te dejaré averiguarlo 😉).

Para una primera novela Náufragos del Instituto Fermi está bajo control. Sin perderse en una trama compleja, André David refuerza la idea de que los viajes en el tiempo aún tienen un futuro brillante por delante. Por ejemplo, no se necesita mucho: una buena idea, una buena pluma y personajes que sepan evolucionar de acuerdo con los eventos radicales que viven. ¡Gorra!

en el editor

donde encontrarlo

Jenaro Camilo

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