México. Incendio mortal en centro de detención de migrantes resulta de políticas inhumanas

El incendio que mató al menos a 40 migrantes la madrugada del 28 de marzo en el sitio de un centro de recepción improvisado en Ciudad Juárez es resultado de las políticas restrictivas y crueles sobre los patrones migratorios compartidas por los gobiernos de México y Estados Unidos, dijo Amnistía Internacional Internacional. Martes 28 de marzo.

“Estos eventos devastadores demuestran un sistema de control de la migración verdaderamente inhumano. ¿Cómo es que las autoridades mexicanas encarcelan a las personas sin darles la oportunidad de escapar de un incendio? dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

“Es sumamente insensible e impactante que el presidente López Obrador, durante su rueda de prensa matutina, y el Instituto Nacional de Migración utilizaran eufemismos en un comunicado oficial para restar gravedad a los hechos y achacarlos a los migrantes. Los centros de detención no son “viviendas”, sino centros de detención y las personas no están “alojadas” en el lugar sino privadas de su libertad. »

Amnistía Internacional envía sus condolencias a las familias de los aproximadamente 40 migrantes que perdieron la vida y expresa su solidaridad con las 29 personas hospitalizadas tras el incendio.

Según un comunicado de la Fiscalía General de la República, entre los muertos y heridos se encuentran 28 guatemaltecos, 13 hondureños, 12 venezolanos, 12 salvadoreños, un ecuatoriano y un colombiano.

¿Cómo es que las autoridades mexicanas encarcelan a las personas sin darles la oportunidad de escapar de un incendio?

Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional

Esta tragedia ocurrió en un contexto en el que las personas se vieron obligadas a buscar protección internacional a riesgo de su vida y de mayores violaciones a los derechos humanos, tanto en su país de origen como en los países de tránsito y destino. Ante esta situación, los países de la región, encabezados por Estados Unidos, han implementado una política migratoria común cada vez más inhumana que hace casi imposible el acceso al derecho de asilo, obligando a las personas a tomar prestadas rutas más peligrosas y haciéndolas aún más vulnerables.

Como parte de esta estrategia de control migratorio, en cooperación con Estados Unidos y Canadá, las autoridades mexicanas le han dado autoridad a la Guardia Nacional en temas migratorios y han militarizado las fronteras. También recurren sistemáticamente a la detención migratoria. Solo en 2022, las autoridades de inmigración encarcelaron al menos a 318.660 personas y deportaron a más de 106.000, incluidos niños y jóvenes.

Estos arrestos no cumplen con los estándares de excepción, proporcionalidad, necesidad y razonabilidad de la detención, ni con los más altos estándares de condiciones dignas de detención, incluida la prohibición del hacinamiento y el acceso a agua y alimentos adecuados. El 15 de marzo de 2023, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México dispuso que la detención en los centros de detención de migrantes no debe exceder las 36 horas, tiempo durante el cual las personas deben poder culminar su juicio en total libertad.

“Lo ocurrido en Ciudad Juárez nos recuerda la importancia de adecuar la legislación migratoria a la reciente decisión de la Corte Suprema y poner fin a este mecanismo que ha causado innumerables daños, entre ellos torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes a miles de migrantes que han cruzado estas fronteras”, dijo Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México.

Amnistía Internacional insta al Estado mexicano a respetar la sentencia de la Corte Suprema y establecer protocolos de lucha contra incendios y vías de escape en este tipo de situaciones. La organización también insta al Estado a investigar los abusos contra los derechos humanos, en particular las denuncias de que estas personas fueron detenidas durante el incendio, y a reconocer que los migrantes eran su responsabilidad y que, por lo tanto, era su deber prevenir el incendio y tener cuidado durante el mismo. actuar para evitar consecuencias fatales. También es crucial garantizar el derecho a la salud de los pacientes hospitalizados y su derecho a la regularización migratoria si así lo desean, así como la identificación y repatriación digna de los restos de los fallecidos.

Por último, Amnistía Internacional pide a los gobiernos de América del Norte que reorienten sus políticas migratorias hacia unas que se centren en los derechos fundamentales, garantizando a las personas migrantes la posibilidad de solicitar y recibir asilo, una migración segura y el respeto de todos sus derechos.

Mario Escajeda

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