(AFP) – Nada le ha llevado a convertirse en una de las grandes estrellas del momento. A sus 44 años, el mexicano Javier Camarena, adicto a los videojuegos cuando no está en el escenario, se ha convertido en uno de los favoritos del Met en Nueva York.
“Me gusta expresarme cantando”, dijo a la AFP con una sonrisa el alegre y cercano cantante antes de emprender el viernes una gira por España en el Teatro Real de Madrid.
Camarena nació en la ciudad de Xalapa, en el este de México, y vive en Zurich desde hace años. Creció en una familia que “nunca escuchaba ópera”.
A los ocho años, escuchando al célebre tenor español Plácido Domingo cantar canciones infantiles del compositor mexicano Francisco Gabilondo Soler (1907-1990), este hijo de ingeniero nuclear descubrió este universo.
Luego empezó a cantar en coros y en bodas y desde entonces conserva una debilidad por la música pop, que “forma parte de su ser” y que cultivó grabando boleros y baladas o canciones infantiles.
– Instagram y videojuegos –
Porque “el círculo de la ópera (…) es un círculo bastante limitado”, señala el cantante de cara redonda y barba perfectamente recortada, cuyo “objetivo es llegar a un público mucho más amplio”.
La barrera escénica entre la artista lírica y el público, esta gran fanática de videojuegos como Resident Evil o Tomb Raider, intenta superarla en redes sociales como Instagram.
Dice que le gusta “responder preguntas y dudas, comentar alguna anécdota, quiero que la gente entienda que el artista es un ser humano”. A través de la comunicación en las redes sociales, “vuelvo a poner los pies en la tierra”, subraya.
Habló abiertamente, especialmente en Instagram, de su reciente lesión en las cuerdas vocales, que le obligó a descansar y luego a someterse a rehabilitación para romper “un tabú” en el mundo de la ópera.
“El canto es un ejercicio de alto nivel en el que todos los músculos intervienen en la producción del sonido”, y las lesiones “son muy comunes”, que no deben ser estigmatizadas, tal como ocurre entre los deportistas de élite, explica.
Antes de subir de nuevo al escenario en Madrid el viernes por la noche, el cantante dice estar “ansioso” por volver a encontrarse con el público.
– Celebrado en Nueva York –
El cierre de muchos teatros de ópera en todo el mundo debido a la pandemia “nos ha hecho apreciar el enorme privilegio de liderar esta carrera”, continúa.
Conocido por su capacidad para alcanzar las notas altas, cantará obras de Rossini, Donizetti, Gounod y Lalo en el Teatro Real bajo la dirección de su compatriota Iván López-Reynoso, antes de viajar a Barcelona, Bilbao y Zaragoza.
Un programa esencialmente belcantista para un tenor al que le gustaría dedicarse más a medio plazo a las óperas francesas porque requieren “una pasión muy mesurada pero intensa”.
“Me gusta esta idea de moderación” a la hora de cantar, añade Camarena, que interpretará “Lakmé” de Léo Delibes en la Ópera de Berlín en marzo y quiere cantar en “Romeo y Julieta” y “Fausto” en el futuro. Por Charles Gounod.
Camarena ya triunfó en la Ópera de Viena, el Liceu de Barcelona, la Ópera de París y el Wigmore Hall de Londres, pero celebró su mayor éxito en el Met de Nueva York.
En marzo de 2019, entre aplausos del público, logró la hazaña de interpretar siete bises de la canción “¡Ah!” en otros tantos conciertos. Amigos míos, ¡qué celebración! De “La Hija del Regimiento” de Donizetti.
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