La propuesta de resolución está claramente dirigida contra Rusia y pide, entre otras cosas: “el cese inmediato de las hostilidades por parte de la Federación de Rusia contra Ucrania, en particular todos los ataques contra civiles y bienes de carácter civil“.
Moscú debe retirar inmediatamente sus fuerzas armadas de Ucrania y deben cesar los ataques a escuelas y hospitales, continúa el texto. También expresa temores de una crisis mundial de hambre, ya que Ucrania representa una parte significativa de las exportaciones mundiales de cereales.
¿Un “documento antirruso”?
Vasily Nebenzija, el representante de Rusia en Naciones Unidas, ya lo ha criticado. Según él, el objetivo es agregar otro “Documento antirruso“. El diplomático cree que la nueva resolución solo alentará a Ucrania a apegarse a su “demandas poco realistascomo parte de las conversaciones de paz entre Moscú y Kyiv.
La resolución contraria de Sudáfrica es mucho más neutral y no hace referencia a la agresión rusa contra Ucrania. Los dos textos están por votarse, aunque corren rumores de que Sudáfrica aún podría retirar su texto.
A diferencia del más poderoso Consejo de Seguridad, una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas no es vinculante según el derecho internacional.
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