El volcán Popocatépetl, a 70 kilómetros al sureste de Ciudad de México, seguía arrojando gases y cenizas este martes, según las autoridades, que mantuvieron un nivel de alerta justo por debajo del umbral máximo de peligro.
El volcán, cuya cima tiene 5.426 metros de altura, también arrojó anoche un material brillante que parecía lava roja, constató un fotógrafo de la AFP. Autos cubiertos de ceniza en un pueblo del estado de Puebla.
Se registraron dos explosiones y un terremoto, que estuvieron relacionados con el movimiento de fluidos en el interior del volcán.
Las autoridades elevaron el nivel de alerta de “Amarillo 2” a “Amarillo 3” el domingo debido al aumento de la actividad volcánica y cerraron los dos aeropuertos de la capital, Ciudad de México, durante varias horas el sábado.
Este es el nivel justo antes de la alerta roja de máximo peligro.
“Su intensidad ha disminuido. Emite menos ceniza”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Nos mantenemos actualizados día y noche. No te alarmes. Estamos vigilando las cosas”.
“Anoche dormí un poco mejor que en los últimos tres días cuando las ventanas de la casa vibraban”, dijo a la AFP Francisca de los Santos, de 56 años, del pueblo de Santiago Xalitzintla, expuesto a la caída de ceniza.
“Estamos acostumbrados, pero todavía nos asusta un poco”, añadió.
El volcán Popocatépetl (“la montaña humeante” en náhuatl) despertó en 1994 después de casi 70 años y ha experimentado varios estallidos de actividad desde entonces. En 1997, sus cenizas cubrieron la Ciudad de México y sus alrededores.
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