Canadá tiene el desafío de desempeñar un papel más importante en Haití. Esta es una misión difícil pero necesaria para acabar con la supremacía de los grupos armados en un país que ha tomado la apariencia de la anarquía.
Esta solicitud al gobierno canadiense plantea una pregunta más amplia, dirigida a países ricos como Canadá y Estados Unidos. ¿Podemos realmente lidiar con la crisis de los refugiados sin preocuparnos por mejorar la vida en los países de donde provienen estos desesperados inmigrantes?
Obviamente, nuestro país quiere controlar y elegir su inmigración. Es normal. Cuando los solicitantes de asilo se presentan en la frontera, se encuentran entre los inmigrantes no seleccionados. No se evaluaron ni su idioma ni sus diplomas.
Si nuestras autoridades determinan que realmente están en riesgo en su país, se les otorgará el estatus de refugiado. Canadá cumple su papel humanitario al dar la bienvenida a las personas cuya seguridad se ve amenazada, independientemente de sus diplomas.
entrada desordenada
Sin embargo, cuando los números se vuelven demasiado grandes y la entrada demasiado caótica, la gente se preocupa por la afluencia de inmigrantes, y con razón. Eso es lo que está pasando con Roxham Road. ayer otra vez Una encuesta encontró que a más de dos tercios de los quebequenses les gustaría ver este camino cerrado..
Lo mismo se aplica a la frontera de Estados Unidos con México. El muro de Donald Trump fue una solución demagógica e imprudente, pero hay una razón por la que fue tan popular. La gente tiene preocupaciones.
Si hay algo que empezamos a comprender son las limitaciones de la gestión de fronteras. También tendremos que trabajar para reducir la presión. La única forma es mejorar la vida en los países de los que huyen estas personas.
miedo y pobreza
Espontáneamente, la mayoría de los ciudadanos del mundo aman a su país y quieren vivir allí. Cuando las personas huyen para buscar refugio en otro lugar, incluso sin un plan muy específico, ¿de qué están huyendo? peligro o pobreza.
Cuando las milicias armadas siembran el terror en Haití, quienes no son amigos de estas bandas temen por su seguridad y la de sus familias. Así que se aventuran a lo desconocido para aterrizar en Estados Unidos o en la frontera con Canadá.
Los migrantes centroamericanos que cruzan México para llegar a la frontera estadounidense huyen de las dificultades económicas o regiones violentas de su país.
Si Estados Unidos y Canadá quieren trabajar seriamente y a largo plazo en el tema migratorio, deberán interesarse en mejorar la vida en su país. Al apoyar su desarrollo económico a través de acuerdos comerciales o apoyar sus esfuerzos para mejorar la educación, la seguridad o la salud, debemos preocuparnos por su destino.
No podemos a la vez lavarnos las manos de la miseria en estas tierras y luego conmovernos cuando la gente las deja para refugiarse con nosotros.
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