Representantes de los equipos Alpine y Haas asistirán a una audiencia por videoconferencia el jueves, la víspera del Gran Premio de México, para permitir que los comisarios de la FIA determinen si la protesta de Alpine es admisible.
Este domingo, tras la llegada del Gran Premio de Estados Unidos, la escudería Haas presentó una denuncia ante la FIA, dictaminando que el monoplaza de Fernando Alonso no era legal en su estado actual, al haber sido víctima del accidente que acabó con la vida del español, fue dañado en carrera después de chocar con el Aston Martin de Lance Stroll. Los comisarios llegaron a un acuerdo con el equipo estadounidense al imponerle a Alonso una penalización de 10 segundos de stop-and-go, que eventualmente se convirtió en una penalización de 30 segundos que se agregó a su tiempo final.
Esta sanción significa que Fernando Alonso, que terminó séptimo en el GP de Estados Unidos, ahora se encuentra fuera de los diez primeros y, por lo tanto, no pudo sumar un solo punto en el campeonato el domingo.
Varias horas después de que se impusiera esta sanción, el Equipo Alpino se defendió porque cree que la denuncia presentada por Haas no es válida porque fue presentada fuera del plazo legal. Por ello, la escudería del fabricante francés también ha presentado oficialmente una protesta y espera que se levante la sanción impuesta a su piloto.
Por ello, los representantes de los dos equipos han sido invitados a asistir a una audiencia por videoconferencia en la Ciudad de México este jueves, en vísperas del Gran Premio de México, para determinar con los comisarios si procede o no la protesta de Alpine. En caso de que la protesta del equipo alpino se considere admisible después de esta audiencia, los dos equipos serán convocados por separado.
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