Dos veces vio a su madre luchar contra el cáncer de mama antes de someterse a una doble mastectomía. A Julián Ríos Cantú, un mexicano de 18 años, se le ocurrió entonces la idea de diseñar un sostén equipado con 200 sensores para detectar esta enfermedad.
El proyecto aún está en desarrollo pero pronto podría hacerse realidad gracias a los 20.000 dólares (o unos 18.500 euros) que el joven mexicano y sus tres compañeros recibieron de la empresa Higia Technologies.
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60 a 90 minutos de uso por semana serían suficientes.
En detalle, su producto llamado “Eva” mide la textura, el color y la temperatura de la piel del pecho de la mujer que lo lleva. Objetivo: Identificar posibles cambios que potencialmente podrían estar relacionados con el cáncer.
Conectado a una aplicación, el sujetador inteligente transmite la información recopilada, que luego es analizada por un algoritmo y enviada a la usuaria y a su médico. Para que los datos fueran utilizables, las mujeres sólo tendrían que usar el sostén entre 60 y 90 minutos por semana.
Un proyecto premiado en Alemania
Si el sistema no exime a las mujeres de exámenes médicos, les permitirá “detectar anomalías que no necesariamente son fáciles de detectar mediante la palpación”, asegura Cynthia Villarreal, oncóloga del Instituto Nacional del Cáncer de México. citado por el Huffington Post.
Por su proyecto, Julián Ríos Cantú ganó el primer premio en los Global Student Entrepreneur Awards (GSEA) en Alemania el 29 de abril. Este concurso internacional premia a los jóvenes que combinan estudio y emprendimiento.
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