Desafortunadamente, Haití, que tiene el equipo más joven de la competencia, cayó en un grupo muy complicado con Inglaterra, China y Dinamarca, los tres en el top 20 de la clasificación de la FIFA. No es suficiente para asustar a Nicolás Délépine y sus jugadores, que no tienen nada que perder y quieren aprovechar al máximo esta primera clasificación para la Copa del Mundo que ha deleitado al país pero que no supieron aprovechar mientras se entrenaban en República Dominicana. El técnico de Francia no podrá contar con la defensa Amandine Pierre-Louis ni la portera Gabrielle Emilien, que no pudieron recibir a tiempo su pasaporte haitiano, ni tampoco la defensa Claire Constant, que se ha afirmado en los últimos meses. La defensa no es necesariamente el punto fuerte de la selección, ciertamente podemos lamentar su ausencia, especialmente la de Constant.
Délépine confiaba en los jugadores clasificados y debía confiar en un once inicial cuya gran mayoría de jugadores juega en Francia, con casi una cuarta parte en su club Grenoble. Deberíamos ver a Karly Théus en la portería, Kethna Louis, Tabitha Joseph, Chelsea Surpris, Betina Petit-Frère en defensa, Jennyfer Limage, Sherly Jeudy en el medio detrás de un cuarteto de Melchie Dumornay/Nérilia Mondésir/Batcheba Louis/Roselord Borgella (el único (alrededor de 30 personas en el grupo), todo en un sistema táctico que puede evolucionar, pero que normalmente se mantiene en base a cuatro defensores.
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