Según AFP, unos 200 migrantes fueron deportados a la ciudad mexicana de Ciudad Juárez el domingo antes de que el presidente estadounidense, Joe Biden, ingresara a México para una visita oficial que marcó un récord de migraciones a Estados Unidos.
“Que Biden lleve el corazón en la manga”, suplicaba el venezolano José David Meléndez tras ser deportado por las autoridades migratorias estadounidenses. “Hay muchos niños que están separados de sus familias”, explicó el joven de 25 años.
Esta situación es cotidiana en Ciudad Juárez y otros puntos de la frontera México-Estados Unidos, donde el presidente estadounidense viajó por primera vez en casi dos años de mandato.
Varios venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, algunos con niños en brazos, ingresaron a territorio mexicano luego de cruzar un puente que une a ambos países, según informó a la AFP un periodista del Río Bravo (llamado Río Grande en EE. .
Meléndez dijo que fue arrestado por guardias fronterizos en una iglesia donde se refugiaba con otros.
“Los guardias fronterizos vinieron a golpearnos, a hacernos correr, a apuntarnos con armas, a menores de edad, ¿dónde están los derechos humanos?”, denunció el joven, que solo vestía un suéter. a pesar del frio
“La gente tiene derecho a la libertad, a una vida mejor, es imposible vivir en nuestro país”, dijo el cubano Lorenzo Escobar, de 36 años, a quien le dieron un permiso de residencia de 60 días en México después de ser deportado.
Erick Rodríguez, otro venezolano deportado, imploró a Biden que “los lleve a su país para que podamos”. […] tener un trabajo, ayudar a nuestras familias”.
Señaló que Estados Unidos solo extendería los permisos de entrada para permitirles buscar asilo en Canadá.
Antes de llegar a Ciudad de México, Biden se detuvo en Texas, en la ciudad fronteriza de El Paso, una de las principales puertas de entrada de migrantes a Estados Unidos a lo largo de los 3100 kilómetros de frontera compartida.
En México, el presidente estadounidense discutirá este lunes con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la crisis migratoria entre ambos países.
“Adicto a la web sutilmente encantador. Amante del tocino sin remordimientos. Introvertido. Típico adicto a la comida. Especialista en Twitter. Fanático profesional de los viajes”.