Un paso crucial en el monitoreo de la contaminación está programado para esta semana con el lanzamiento del sistema de medición TEMPO de la NASA en órbita. Junto con los instrumentos Sentinel 4 y GEMS, proporcionará mediciones continuas de la calidad del aire.
Sociedad espaciox debería continuar orbitando el instrumento TEMPO desde la base de Cabo Cañaveral durante los próximos días. Este último es del tamaño de un lavavajillas y estará a bordo de Intelsat 40E, un satélite de comunicaciones geoestacionario.
A diferencia de sus predecesores, que hacían observaciones solo una o dos veces al día desde satélites en órbita a una altitud de unos 800 km, TEMPO (Monitoreo de Emisiones Troposféricas de Contaminación) estará en órbita geoestacionaria a 36.000 km de la Tierra. Así podrá proporcionar información de forma continua. Barrerá un área que se extiende entre Alaska, el sur de Groenlandia, México y Cuba y abarcará todo el territorio continental de los Estados Unidos.
Organización de sistemas terrestres de recepción de datos. Recuadro, área cubierta por medidas [TEMPO/NASA]
Dependiendo del tipo de observación, podrá identificar áreas de alta contaminación con una resolución de hasta 2 km, lo que permitirá identificar las poblaciones más expuestas. También podrá localizar las fuentes de emisión.
Desde la órbita, TEMPO observará principalmente dióxido de nitrógeno, formaldehído y ozono. El dióxido de nitrógeno es un gas tóxico que se libera cuando se quema el combustible y puede causar dificultades para respirar y empeorar los síntomas del asma. El formaldehído, un subproducto de la descomposición de los compuestos orgánicos volátiles en la pintura, el pegamento y la gasolina, tiene efectos en la salud que van desde la irritación de los ojos hasta el cáncer.
Satélite Intelsat 40 E en fase preparatoria [Maxar/NASA – RTS]
Finalmente, el ozono en las capas inferiores de la atmósfera representa un grave riesgo para la salud que puede causar problemas graves en los ojos, la nariz y los pulmones en humanos y animales. No debe confundirse con el ozono estratosférico que bloquea la radiación ultravioleta y es beneficioso.
Tres satélites de observación para cubrir el hemisferio norte
TEMPO no estará solo en el monitoreo de la calidad del aire. Se espera que la Comunidad Europea y la Agencia Espacial Europea pongan el instrumento en órbita a finales de año. Centinela-4. Este último estará a bordo del satélite de observación meteorológica (MTG) geoestacionario de tercera generación Meteosat. Se lanzará con un cohete Ariane 6.
Las observaciones sobre los Estados Unidos y Europa se complementan con el espectrómetro de monitoreo ambiental geoestacionario (GEMAS) introducido por la República de Corea en febrero de 2020. Esto ya permite el monitoreo por hora de la contaminación del aire en casi 20 países asiáticos.
Cubiertas correspondientes de los generadores de imágenes TEMPO, Sentinel-4 y GEMS [TEMPO/NASA]
Gracias a esta constelación de satélites, los científicos contarán con un flujo de datos que permitirán mejorar el inventario de emisiones contaminantes, monitorear la exposición de la población y evaluar estrategias efectivas de control de emisiones.
“Será una herramienta realmente valiosa para la ciencia, pero también será útil para el público en general”, dijo Barry Lefer, científico del programa TEMPO de la NASA. “Esto mejorará nuestra capacidad para predecir la calidad del aire y también informará a los tomadores de decisiones. Y será útil para los epidemiólogos que quieran estudiar los efectos de la contaminación del aire en la salud. »
Philippe Jeanneret, con el apoyo de la NASA
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