Un terremoto de magnitud 5.7 se registró en el este de México el jueves 3 de marzo, lo que provocó una alerta de terremoto en la capital, Ciudad de México, donde muchos residentes salieron de los edificios.

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El epicentro, registrado a una profundidad de 113 km, se registró cerca de la localidad de Isla en el estado de Veracruz, 400 km al sur de la Ciudad de México, según el Servicio Sismológico Nacional. Según reporteros de la AFP e informes de la televisión local, el sismo no se sintió en la Ciudad de México, pero la alarma audible hizo que muchos de los 20 millones de habitantes del área metropolitana obedecieran de inmediato las órdenes de evacuación.

La alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, aseguró que no se registraron daños en la ciudad durante los controles de los servicios de emergencia. “Los protocolos de emergencia están activados. Hasta el momento no ha habido incidentes. Más información sigue‘, dijo en Twitter.

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La alerta sísmica obligó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a suspender temporalmente su tradicional conferencia de prensa diaria. Ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde las colisiones de placas tectónicas provocan una alta actividad sísmica, México es propenso a grandes terremotos. En septiembre pasado, un terremoto de magnitud 7,1 al sureste de Acapulco, estado de Guerrero, mató a una persona y dañó negocios y viviendas. Los residentes de la capital mexicana aún tienen frescos los recuerdos del terremoto de magnitud 7.1 que azotó el 19 de septiembre de 2017, en el que murieron 369 personas. En septiembre de 1985, un terremoto de magnitud 8.0 devastó la Ciudad de México y mató a más de 10,000 personas. El epicentro se ubicó a 350 km de la ciudad.

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