Si la Fórmula 1 es un deporte tan intrigante y difícil es porque obliga a los pilotos a jugar constantemente con límites extremadamente difíciles de alcanzar. Tanto los límites humanos como los de sus máquinas. Encontrar el compromiso correcto entre el ataque intransigente que le permite obtener grandes resultados y una buena gestión para conformarse a veces con puntos importantes no siempre es fácil de encontrar. Charles Leclerc, el líder del campeonato mundial, vivió la amarga experiencia en el Gran Premio de Emilia-Romagna el domingo 24 de abril. Mantenido a una distancia respetable por Sergio Pérez, entonces segundo en la carrera, Charles Leclerc y Ferrari intentaron un golpe colocando gomas nuevas blandas al final del Gran Premio para presionar al mexicano.
Excepto que el Ferrari, c
Te queda un 79% por leer. Este artículo es solo para suscriptores.
Suscríbete por 1€*
¿Ya suscrito?
iniciar sesión
- Accede a todo el contenido de AUTOHebdo de forma ilimitada
- Descubre la revista en versión digital, los lunes a partir de las 20 h.
- Revise los problemas de AUTOHebdo desde 2012
- * Las 4 primeras semanas, luego 9,90 € (sin compromiso)
Lea más sobre estos temas:
Spa – Carrera 2 – Porsche Carrera Cup Francia
“Thinker. Food advocate. Incurable coffee enthusiast. Communicator. Proud student. Amateur zombie. TV fanatic. Extreme troublemaker.”